- 60g de avellanas tostadas
- 50g de harina de algarrobo
- 2 cucharadas grandes de melaza de arroz
- 3 cucharadas de aceite neutro (girasol)
- 1/4 de cucharadita de esencia de vainilla
Modo de preparación:
Triturar al máximo las avellanas, que quede lo más fina posible, aunque tampoco es desagradable encontrarse trocitos.
Incorporar la melaza de arroz,la harina de algarrobo, la vainilla y seguir mezclando bien.
Por último añadir el aceite y mezclar.
Disponer la mezcla en un tarrito y conservar en el frigorífico.
No es una crema que aguante mucho, puesto que el conservante que más ayuda en esta labor, que es el azúcar, no está presente en la receta. Así que otra opción es dividir la crema en dos tarritos pequeños y congelar uno mientras gastamos el otro.
La harina de algarroba contiene un 40-50% de azúcares naturales (fructuosa, glucosa, maltosa y sacarosa), esto nos evita la adición de azúcar. La algarroba tiene un 11% de proteínas, siendo muy rica en triptofano. A nivel de vitaminas, tiene buena presencia de A, B1, B2, B3, C y D. No contiene gluten, así que es apta para celíacos. Tiene pocas grasas (3%). Otro aspecto importante de la algarroba es su riqueza en fibra (fibras solubles como pectina y lignina). Esto aporta beneficios a la flora intestinal, disminuyendo bacterias nocivas e incrementando los lactobacilos. La pectina, conocida como espesante, tiene otras importantes propiedades: es laxante, coagulante, bactericida, preventiva del cáncer, reduce el colesterol, ayuda a la formación de las membranas celulares, elimina metales pesados y sustancias radioactivas del organismo, y protege la mucosa intestinal.
1 comentario:
Geles, estoy confusa, la harina de albarrogo no se cuece??? porque no has puesto en ningun momento que tuviera que estar en el fuego...es que me he comprado esta harina y no se muy bien como trabajarla. Muuaaa
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